AVALÚOS DE ACTIVOS FIJOS
Los activos fijos se definen como los bienes que una empresa utiliza de manera continua en el curso normal de sus operaciones; representan al conjunto de servicios que se recibirán en el futuro a lo largo de la vida útil de un bien adquirido.
Para que un bien sea considerado Activo Fijo debe cumplir las siguientes características:
● Ser físicamente tangible.
● Tener una vida útil relativamente larga (por lo menos mayor a un año o a un ciclo normal de operaciones, el que sea mayor).
● Sus beneficios deben extenderse, por lo menos, más de un año o un ciclo normal de operaciones, el que sea mayor. En este sentido, el activo fijo se distingue de otros activos (útiles de escritorio, por ejemplo) que son consumidos dentro del año o ciclo operativo de la empresa.
● Ser utilizado en la producción o comercialización de bienes y servicios, para ser alquilado a terceros, o para fines administrativos. En otras palabras, el bien existe con la intención de ser usado en las operaciones de la empresa de manera continua y no para ser destinado a la venta en el curso normal del negocio.
Los dictámenes técnicos o avalúos que se pueden realizar a bienes considerados como Activos Fijos (Esto depende del giro del negocio) son:
● Terrenos
● Edificios
● Bodegas Industriales
● Planta y Maquinaria
● Instalaciones
● Equipos
● Mobiliario
● Vehículos en general
Estos avaluos se pueden realizar para los siguientes tipos de operaciones.
● Negociación de Compra-Venta
● Arrendamiento – Renta
● Créditos
● Seguros
● Fianzas
● Créditos Fiscales
● Enajenación de Bienes
● Embargos
● Liquidación
● Auditorías y Control
● Reexpresión de Estados Financieros y Contables
● Cuestiones internas etc.
Los activos fijos, si bien son duraderos, no siempre son eternos. Por ello, la contabilidad obliga a depreciar los bienes a medida que transcurre su vida normal, debido a que éstos lo hacen de forma natural por el paso del tiempo, por su uso, por el desgaste propio del tiempo que se use ése activo y por obsolescencia, de forma que se refleje su valor más ajustado posible. Este criterio no aplica para los terrenos.
La vida útil de un activo fijo es definida como la extensión del servicio que la empresa espera obtener del activo. La vida útil puede ser expresada en años, unidades de producción, kilómetros, horas, o cualquier otra medida. Por ejemplo, para un inmueble, su vida útil suele estimarse en años; para un vehículo, en kilómetros o millas; para una máquina, de acuerdo con las unidades de producción; para las turbinas de un avión, las horas de vuelo.
Factores que limitan la vida útil de los activos:
● Factores físicos: Desgaste producido por el uso del activo y el deterioro causado por otros motivos distintos del uso y relacionado con el tiempo.
● Factores Funcionales: Obsolescencia tecnológica, incapacidad para producir eficientemente. Insuficiencia para la capacidad actual de la empresa (expansión del negocio).
La estimación de la vida útil de un activo fijo debe ser realizada tomando en cuenta dos aspectos: el desgaste físico producido por el uso del activo y el desgaste funcional. El primero es producido por el uso de los activos y el deterioro ocasionado por motivos distintos a su uso como aquellos relacionados con el factor tiempo (óxido y corrosión de la maquinaria). Los factores funcionales se relacionan con la obsolescencia tecnológica y con la incapacidad del activo para operar con eficiencia.
Por lo tanto, a través de los avaluos de activos fijos se puede determinar la utilidad tecnológica de los mismos y el ingreso monetario que pueden producir para la empresa. Se puede determinar la ganancia o ingreso neto en el que un periodo de depreciación es cargado al valor total del activo que ha contribuido a los ingresos de mismo periodo.